La realización del Congreso del Futuro se ha vuelto casi una tradición en el verano Santiaguino y es esperado por quienes desean interactuar con expertos de renombre mundial. Uno de los científicos que estará presente en esta oportunidad será Patricio Bernal, oceanógrafo, miembro del grupo de expertos para la Evaluación Mundial del Medio Marino de la ONU. También es asesor del Programa Global Marino y Polar de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN.
El Dr. Bernal participará del panel “Calentamiento Global: ¿Se puede controlar?”. En Fundación Más Ciencia conversamos con él y por ello compartimos un adelanto de los temas que abordará en la cuarta versión del Congreso del Futuro que se realizará entre el 14 y 17 de enero de 2015 en la sede del Senado, en la capital.
¿Qué aspectos abordará en su presentación en el Congreso del Futuro para responder a la pregunta si el calentamiento global se puede controlar?
-La pregunta que convoca a este panel, engendra su propia respuesta científica corta: Sí, el calentamiento global se puede controlar. La ciencia nos enseña que si uno elimina o disminuye significativamente la causa dominante de un fenómeno, el fenómeno va ha desaparecer o disminuir. De allí que el acuerdo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático adoptada en 1992 (UNFCCC en su sigla en inglés) y las proposiciones técnicas contenidas en el Protocolo de Kyoto consistieran en disminuir las emisiones de CO2. Estas emisiones provienen principalmente de la combustión masiva de hidrocarburos y carbón, de lo que todavía depende nuestra moderna y globalizada civilización contemporánea.
La respuesta larga a la pregunta “¿el calentamiento global se puede controlar?” es más compleja porque es de carácter político y social e incluso ético, alude a las múltiples razones que hicieron fracasar las negociaciones al interior de la UNFCCC y del Protocolo de Kyoto en el año 2009. Este impasse aún no se supera con un nuevo consenso político y técnico a escala mundial. Lo difícil de este acuerdo es determinar la atribución de responsabilidades sobre las causas del problema, la definición de compensaciones, la determinación de quién puede recibirlas y quién debe pagarlas. Espero que en el panel que tendremos en el Congreso del Futuro podamos explorar estos aspectos, además de hablar del otro problema que genera la emisión masiva de CO2 a la atmósfera: la acidificación del océano.
¿Cómo entender la posición de algunos escépticos que se resisten a creer en la ocurrencia del cambio climático?
-Aunque existe un movimiento de escépticos ante el fenómeno del cambio climático global, el fenómeno del calentamiento global está basado sobre principios fundamentales de la ciencia que nadie ha cuestionado. El primero es físico: Si a un sistema cerrado usted le agrega más energía, los niveles de energía libre o entropía se elevarán. Tampoco nadie ha cuestionado que el aumento de CO2 altera la permeabilidad de la alta atmósfera al mismo CO2. Como la tierra actúa esencialmente como cuerpo negro, captura energía radiante de onda corta proveniente desde el sol (energía ultra-violeta), la absorbe y la re-emite en la forma de ondas largas y calóricas (o infra-rojas). Este cambio de permeabilidad hace que salga menos calor del sistema tierra y que este calor excedente se acumule en la baja atmósfera. Por lo tanto, si disminuimos las emisiones de CO2, el calentamiento global debiera a lo menos detenerse y eventualmente disminuir.
¿En qué aspectos radica la incertidumbre sobre el cambio climático?
No todo lo que tenemos que aprender está dicho en esos principios fundamentales que mencioné antes. Aunque los efectos de la acumulación de CO2, por la movilización y uso de combustibles fósiles, fueron descritos hace muchas décadas, la ciencia del cambio climático es una ciencia nueva y compleja. Antes no teníamos ni las observaciones ni los instrumentos necesarios para resolver todo el problema de una sola vez. Lo que se cuestiona, y sobre lo que existe real incertidumbre, es sobre los efectos precisos del cambio climático, cuándo va a ocurrir, en qué intensidad y dónde se experimentarán los distintos efectos.
¿Cómo debe entender el público general la importancia del mundo marino y su relación con el cambio climático que vive el planeta?
El 93,4 por ciento de todo el calor extra, generado por el calentamiento global en el planeta, está almacenado en el océano. Podemos decir que afortunadamente, gracias a su gran capacidad calórica, el océano ya nos ha librado de un calentamiento global de más de seis grados centígrados. Sin embargo este “servicio” que presta el océano a la humanidad, aparte de ser un servicio gratis y desconocido, tiene consecuencias importantes para el propio océano abierto y para la gran biodiversidad que alberga.
Por razones psicológicas, al gran público le resulta más fácil actuar para resguardar la fauna y la flora emblemática, como los osos panda, la ballena azul o los grandes arrecifes de coral. Sin embargo, el trabajo de conservación debe preservar el conjunto de capacidades que tienen los ecosistemas para proveernos con una serie de servicios ecosistémicos. Estas capacidades se verán alteradas por el cambio climático. Por ejemplo, la distribución actual de las especies va a cambiar. Los ciclos vitales y su programación natural en el tiempo se verán severamente alterados.
¿La protección de la biodiversidad marina es una preocupación en Chile? ¿Qué se está haciendo al respecto?
Yo he estado fuera del país por 16 años, y desde fuera veo que hay progresos en varios frentes, aunque falta mucho por hacer. Es muy importante el rol de liderazgo que Chile ha asumido recientemente en la conservación marina ofreciendo ser sede de la segunda versión de la Conferencia “Nuestro Océano”, que el Canciller Kerry y el Presidente Obama organizaran el año pasado en EE.UU., y del IV Congreso Mundial de Áreas Marinas Protegidas en el año 2017. Al mismo tiempo, está comenzando la discusión de un proyecto de ley para la creación del Servicio de Biodiversidad. Estos eventos abren grandes oportunidades para que Chile defina y alcance nuevas metas en cuanto a conservación marina.
Además, en la esfera internacional llamó mucho la atención que los cancilleres de Chile, Perú, Ecuador y Colombia suscribieran en el año 2012 la Declaración de Galápagos. Con ello, se comprometieron a tener una acción coordinada entre sus gobiernos para la protección de los ecosistemas marinos, más allá de sus espacios jurisdiccionales. Ésta es una declaración visionaria que debiera ir acompañada de acciones relevantes en el marco del derecho internacional. Es necesario actuar en las zonas marinas más allá de las jurisdicciones nacionales, muchas veces expuestas a la depredación inescrupulosa de la pesca ilegal. Ésta es la idea de la declaración que se adoptó tras la primera conferencia “Nuestro Océano” realizada el año pasado. Hay mucho que hacer en el conocimiento y protección de los grandes ecosistemas pelágicos del Pacífico Sur y estoy seguro que en este empeño Chile se verá acompañado por naciones como Australia, Nueva Zelanda y los países islas del Pacífico Occidental. Las interacciones técnico-científicas que se podrían generar serán de beneficio mutuo.
En alguna oportunidad usted mencionó que el océano es mucho más que “Fish and Ships”. ¿A qué se refería específicamente?
Una vez escribiendo en inglés dije que el océano es mucho más que “Fish and Ships”, mucho más que “pescados y barcos”. En realidad con esto estaba contando un chiste a los angloparlantes porque en Inglaterra uno de los platos más populares son los “Fish and Chips”, con CH. Pero el mensaje que trataba de pasar es que para la gran mayoría de la humanidad el océano es la playa, las olas y la superficie del mar. La mayoría de las personas no tienen mayor conocimiento sobre el rol que juega el océano en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo en el control del clima y el tiempo atmosférico. Entre un tercio y la mitad del oxígeno que respiramos viene del océano. En resumen, el océano se ve apenas como algo que contiene un poco más que “pescados y barcos”. Sin embargo, el factor sociológico clave es que en el océano no hay ciudadanos y por esa simple razón el ciclo de responsabilidad política está incompleto, está roto. En una elección nunca remplazaremos a una autoridad por su responsabilidad en la mala gestión del cuidado del océano abierto.
¿Por qué el origen de la vida está íntimamente ligado al mar?
Nuestro planeta tiene vida porque tiene agua en estado líquido en su superficie. Aún no encontramos otro planeta con vida en el universo conocido. La ciencia nos dice que lo más probable es que la vida se originó en los márgenes del océano primordial. Por lo tanto, durante la historia del planeta, la vida evolucionó por largos períodos en el océano por lo que se ha diversificado extraordinariamente en este medio. De los 39 grandes grupos de animales de la tierra, lo que los científicos llaman Phylum, 28 habitan el océano y de ellos 13 se encuentran exclusivamente en el mar. Hay 11 en hábitats terrestres, pero sólo 1 es exclusivamente terrestre. Muchos otros grupos comparten la tierra y el océano, como es evidente en mamíferos, reptiles y aves, por ejemplo. Lo mismo se puede decir de la diversidad de las plantas marinas, 20 de ellas son taxa monofiléticos, es decir, grupos de organismos que tienen su origen evolutivo en una sola especie. En cambio la diversidad de plantas terrestres se reduce prácticamente a un solo taxon monofilético.
¿Cuán extensa es la diversidad del mundo microbiano presente en el mar?
Recientemente se ha descubierto una gran diversidad biológica en el mundo microbiano, virus, bacterias y organismos unicelulares. Existen bacterias en la superficie, en la espuma de mar, y hasta en las más grandes profundidades del océano. También están presentes en los mil 600 metros al interior de la corteza basáltica oceánica y que se ubicada por debajo de 260 metros de sedimentos. Estas bacterias se pueden reproducir varias veces en un día, participan activamente y juegan roles claves en las cadenas tróficas presentes en el agua y el fondo marino. Estos organismos además son capaces de modificar la materia inerte, los minerales que se generan y re-generan en el fondo del mar y al interior de la corteza oceánica.
Lo más sorprendente de esta vida bacteriana es su gran diversidad: típicamente en un litro de agua existen 22 mil entidades bacterianas y virales genéticamente diferentes. Soy cuidadoso de no decir “especies” pues muchas de ellas pueden ser algo menos que especies y estar disponibles para combinaciones y mezclas transitorias de material genético que pudieran ser reversibles, o infectar o inyectarse en organismos más complejos, transformándolos o alterándolos. En realidad sabemos muy poco de este verdadero maremágnum de microbios que permite decir, a ciencia cierta, que el mar está realmente vivo.
Oceanógrafo Patricio Bernal: “El calentamiento global se puede controlar”
La realización del Congreso del Futuro se ha vuelto casi una tradición en el verano Santiaguino y es esperado por quienes desean interactuar con expertos de renombre mundial. Uno de los científicos que estará presente en esta oportunidad será Patricio Bernal, oceanógrafo, miembro del grupo de expertos para la Evaluación Mundial del Medio Marino de la ONU. También es asesor del Programa Global Marino y Polar de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN.
El Dr. Bernal participará del panel “Calentamiento Global: ¿Se puede controlar?”. En Fundación Más Ciencia conversamos con él y por ello compartimos un adelanto de los temas que abordará en la cuarta versión del Congreso del Futuro que se realizará entre el 14 y 17 de enero de 2015 en la sede del Senado, en la capital.
¿Qué aspectos abordará en su presentación en el Congreso del Futuro para responder a la pregunta si el calentamiento global se puede controlar?
-La pregunta que convoca a este panel, engendra su propia respuesta científica corta: Sí, el calentamiento global se puede controlar. La ciencia nos enseña que si uno elimina o disminuye significativamente la causa dominante de un fenómeno, el fenómeno va ha desaparecer o disminuir. De allí que el acuerdo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático adoptada en 1992 (UNFCCC en su sigla en inglés) y las proposiciones técnicas contenidas en el Protocolo de Kyoto consistieran en disminuir las emisiones de CO2. Estas emisiones provienen principalmente de la combustión masiva de hidrocarburos y carbón, de lo que todavía depende nuestra moderna y globalizada civilización contemporánea.
La respuesta larga a la pregunta “¿el calentamiento global se puede controlar?” es más compleja porque es de carácter político y social e incluso ético, alude a las múltiples razones que hicieron fracasar las negociaciones al interior de la UNFCCC y del Protocolo de Kyoto en el año 2009. Este impasse aún no se supera con un nuevo consenso político y técnico a escala mundial. Lo difícil de este acuerdo es determinar la atribución de responsabilidades sobre las causas del problema, la definición de compensaciones, la determinación de quién puede recibirlas y quién debe pagarlas. Espero que en el panel que tendremos en el Congreso del Futuro podamos explorar estos aspectos, además de hablar del otro problema que genera la emisión masiva de CO2 a la atmósfera: la acidificación del océano.
¿Cómo entender la posición de algunos escépticos que se resisten a creer en la ocurrencia del cambio climático?
-Aunque existe un movimiento de escépticos ante el fenómeno del cambio climático global, el fenómeno del calentamiento global está basado sobre principios fundamentales de la ciencia que nadie ha cuestionado. El primero es físico: Si a un sistema cerrado usted le agrega más energía, los niveles de energía libre o entropía se elevarán. Tampoco nadie ha cuestionado que el aumento de CO2 altera la permeabilidad de la alta atmósfera al mismo CO2. Como la tierra actúa esencialmente como cuerpo negro, captura energía radiante de onda corta proveniente desde el sol (energía ultra-violeta), la absorbe y la re-emite en la forma de ondas largas y calóricas (o infra-rojas). Este cambio de permeabilidad hace que salga menos calor del sistema tierra y que este calor excedente se acumule en la baja atmósfera. Por lo tanto, si disminuimos las emisiones de CO2, el calentamiento global debiera a lo menos detenerse y eventualmente disminuir.
¿En qué aspectos radica la incertidumbre sobre el cambio climático?
No todo lo que tenemos que aprender está dicho en esos principios fundamentales que mencioné antes. Aunque los efectos de la acumulación de CO2, por la movilización y uso de combustibles fósiles, fueron descritos hace muchas décadas, la ciencia del cambio climático es una ciencia nueva y compleja. Antes no teníamos ni las observaciones ni los instrumentos necesarios para resolver todo el problema de una sola vez. Lo que se cuestiona, y sobre lo que existe real incertidumbre, es sobre los efectos precisos del cambio climático, cuándo va a ocurrir, en qué intensidad y dónde se experimentarán los distintos efectos.
¿Cómo debe entender el público general la importancia del mundo marino y su relación con el cambio climático que vive el planeta?
El 93,4 por ciento de todo el calor extra, generado por el calentamiento global en el planeta, está almacenado en el océano. Podemos decir que afortunadamente, gracias a su gran capacidad calórica, el océano ya nos ha librado de un calentamiento global de más de seis grados centígrados. Sin embargo este “servicio” que presta el océano a la humanidad, aparte de ser un servicio gratis y desconocido, tiene consecuencias importantes para el propio océano abierto y para la gran biodiversidad que alberga.
Por razones psicológicas, al gran público le resulta más fácil actuar para resguardar la fauna y la flora emblemática, como los osos panda, la ballena azul o los grandes arrecifes de coral. Sin embargo, el trabajo de conservación debe preservar el conjunto de capacidades que tienen los ecosistemas para proveernos con una serie de servicios ecosistémicos. Estas capacidades se verán alteradas por el cambio climático. Por ejemplo, la distribución actual de las especies va a cambiar. Los ciclos vitales y su programación natural en el tiempo se verán severamente alterados.
¿La protección de la biodiversidad marina es una preocupación en Chile? ¿Qué se está haciendo al respecto?
Yo he estado fuera del país por 16 años, y desde fuera veo que hay progresos en varios frentes, aunque falta mucho por hacer. Es muy importante el rol de liderazgo que Chile ha asumido recientemente en la conservación marina ofreciendo ser sede de la segunda versión de la Conferencia “Nuestro Océano”, que el Canciller Kerry y el Presidente Obama organizaran el año pasado en EE.UU., y del IV Congreso Mundial de Áreas Marinas Protegidas en el año 2017. Al mismo tiempo, está comenzando la discusión de un proyecto de ley para la creación del Servicio de Biodiversidad. Estos eventos abren grandes oportunidades para que Chile defina y alcance nuevas metas en cuanto a conservación marina.
Además, en la esfera internacional llamó mucho la atención que los cancilleres de Chile, Perú, Ecuador y Colombia suscribieran en el año 2012 la Declaración de Galápagos. Con ello, se comprometieron a tener una acción coordinada entre sus gobiernos para la protección de los ecosistemas marinos, más allá de sus espacios jurisdiccionales. Ésta es una declaración visionaria que debiera ir acompañada de acciones relevantes en el marco del derecho internacional. Es necesario actuar en las zonas marinas más allá de las jurisdicciones nacionales, muchas veces expuestas a la depredación inescrupulosa de la pesca ilegal. Ésta es la idea de la declaración que se adoptó tras la primera conferencia “Nuestro Océano” realizada el año pasado. Hay mucho que hacer en el conocimiento y protección de los grandes ecosistemas pelágicos del Pacífico Sur y estoy seguro que en este empeño Chile se verá acompañado por naciones como Australia, Nueva Zelanda y los países islas del Pacífico Occidental. Las interacciones técnico-científicas que se podrían generar serán de beneficio mutuo.
En alguna oportunidad usted mencionó que el océano es mucho más que “Fish and Ships”. ¿A qué se refería específicamente?
Una vez escribiendo en inglés dije que el océano es mucho más que “Fish and Ships”, mucho más que “pescados y barcos”. En realidad con esto estaba contando un chiste a los angloparlantes porque en Inglaterra uno de los platos más populares son los “Fish and Chips”, con CH. Pero el mensaje que trataba de pasar es que para la gran mayoría de la humanidad el océano es la playa, las olas y la superficie del mar. La mayoría de las personas no tienen mayor conocimiento sobre el rol que juega el océano en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo en el control del clima y el tiempo atmosférico. Entre un tercio y la mitad del oxígeno que respiramos viene del océano. En resumen, el océano se ve apenas como algo que contiene un poco más que “pescados y barcos”. Sin embargo, el factor sociológico clave es que en el océano no hay ciudadanos y por esa simple razón el ciclo de responsabilidad política está incompleto, está roto. En una elección nunca remplazaremos a una autoridad por su responsabilidad en la mala gestión del cuidado del océano abierto.
¿Por qué el origen de la vida está íntimamente ligado al mar?
Nuestro planeta tiene vida porque tiene agua en estado líquido en su superficie. Aún no encontramos otro planeta con vida en el universo conocido. La ciencia nos dice que lo más probable es que la vida se originó en los márgenes del océano primordial. Por lo tanto, durante la historia del planeta, la vida evolucionó por largos períodos en el océano por lo que se ha diversificado extraordinariamente en este medio. De los 39 grandes grupos de animales de la tierra, lo que los científicos llaman Phylum, 28 habitan el océano y de ellos 13 se encuentran exclusivamente en el mar. Hay 11 en hábitats terrestres, pero sólo 1 es exclusivamente terrestre. Muchos otros grupos comparten la tierra y el océano, como es evidente en mamíferos, reptiles y aves, por ejemplo. Lo mismo se puede decir de la diversidad de las plantas marinas, 20 de ellas son taxa monofiléticos, es decir, grupos de organismos que tienen su origen evolutivo en una sola especie. En cambio la diversidad de plantas terrestres se reduce prácticamente a un solo taxon monofilético.
¿Cuán extensa es la diversidad del mundo microbiano presente en el mar?
Recientemente se ha descubierto una gran diversidad biológica en el mundo microbiano, virus, bacterias y organismos unicelulares. Existen bacterias en la superficie, en la espuma de mar, y hasta en las más grandes profundidades del océano. También están presentes en los mil 600 metros al interior de la corteza basáltica oceánica y que se ubicada por debajo de 260 metros de sedimentos. Estas bacterias se pueden reproducir varias veces en un día, participan activamente y juegan roles claves en las cadenas tróficas presentes en el agua y el fondo marino. Estos organismos además son capaces de modificar la materia inerte, los minerales que se generan y re-generan en el fondo del mar y al interior de la corteza oceánica.
Lo más sorprendente de esta vida bacteriana es su gran diversidad: típicamente en un litro de agua existen 22 mil entidades bacterianas y virales genéticamente diferentes. Soy cuidadoso de no decir “especies” pues muchas de ellas pueden ser algo menos que especies y estar disponibles para combinaciones y mezclas transitorias de material genético que pudieran ser reversibles, o infectar o inyectarse en organismos más complejos, transformándolos o alterándolos. En realidad sabemos muy poco de este verdadero maremágnum de microbios que permite decir, a ciencia cierta, que el mar está realmente vivo.
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